Mallas de fibra de vidrio para el refuerzo de fachadas y sistemas de aislamiento térmico
Las mallas de fibra de vidrio de alta calidad juegan un papel importante en los sistemas de aislamiento de fachadas y enlucidos internos, ya que contribuyen a evitar grietas y reducir el riesgo de daños mecánicos en la superficie. Pero para lograr una larga vida útil de estas fachadas y preservar su aspecto impecable, es necesario prestar atención a la calidad de los materiales de todo el sistema.
Si la calidad de un componente es baja, podría reducir significativamente la vida útil del sistema en su conjunto. Así, cuando se utiliza malla de baja calidad, obtenemos una resistencia insuficiente del acabado y, a las pocas semanas, pueden comenzar a aparecer grietas debido, por ejemplo, al curado del mortero, a la temperatura, al viento o al movimiento de los paneles aislantes.
Mallas para fachadas externas y aislamientos
La mayoría de las mallas de fibra de vidrio que se utilizan para el refuerzo de fachadas con aislamiento térmico deben cumplir con las altas exigencias de resistencia del sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior). Por ello, en la producción de estas mallas, generalmente, se utiliza el llamado vidrio E, logrando así que los productos cumplan con el estándar ETAG004, que establece una resistencia a la tracción residual mínima, con un margen del 20% en comparación con otros materiales (p.ej. los de procedencia asiática clase C).
La vida útil de los sistemas SATE depende de la calidad y la resistencia de todos los elementos de la fachada, por lo que vale la pena usar una malla de fibra de vidrio más pesada (por ejemplo, Tramaglass 160-R131 y Tramaglass 145-R117). Asimismo, en las partes inferiores de la fachada, donde se pueden producir daños mecánicos por impacto, se recomienda utilizar la denominada malla antivandálica (Tramaglass 330-R275).
Refuerzo del enlucido interno
Las mallas también se usan habitualmente en el enlucido interno, por ejemplo, para proteger las paredes contra la aparición de grietas, en áreas donde se encuentran dos tipos de materiales con diferentes coeficientes de expansión. La instalación de un tejido de malla superpuesto en estos puntos absorbe las tensiones emergentes, evitando la aparición de grietas.
Es recomendable usar malla sobre toda la superficie del enlucido interior, ya que esto también reduce el riesgo de daños mecánicos. En estos casos, las mallas más ligeras con una resistencia a la tracción más baja suelen ser suficientes (por ejemplo, Tramaglass 110-R85 o, incluso, Tramaglass 75-R58).
¿Cuáles son los parámetros más importantes de una malla de calidad?
Cualquier malla de refuerzo debe cumplir algunos parámetros básicos pero, a su vez, necesarios. El primero es el alargamiento, cuyo valor debe ser lo más bajo posible. Además, el refuerzo debe ser resistente a las tensiones. Las mallas de calidad logran un alargamiento del 3 al 4% al máximo. De la mano de este parámetro va otro muy importante como es la fuerza del tejido. El estándar de la industria para sistemas de aislamiento térmico es un valor mínimo de 2000 N / 5 cm.
Y otro parámetro fundamental es la resistencia a los álcalis o metales alcalinos. El vidrio de refuerzo utilizado con mayor frecuencia en la construcción no es resistente a ellos. La durabilidad está garantizada por el recubrimiento, donde el tejido de vidrio base – sin tratar– se cubre con un caucho sintético que envuelve y se encarga de proteger las fibras "desnudas" de los efectos de la alcalinidad. Las mallas europeas tienden a usar una sustancia de recubrimiento más cara, el SBR (estireno butadieno), mientras que la mayoría de los competidores asiáticos tienden a usar productos acrílicos más baratos.
El recubrimiento del tejido es un parámetro bastante importante, ya que influye en la estabilidad del mismo durante su manipulación. El tejido base puede "deslizarse" fácilmente, pero gracias al sellado proporcionado por el recubrimiento, toda la estructura se estabiliza y se puede cortar y manipular fácilmente.
¿Cómo identificar mallas de baja calidad?
Si el fabricante no lo menciona en la etiqueta (o si solo muestra el nombre de los importadores y el precio es sospechosamente bajo), es probable que estemos ante un producto de baja calidad, lo que significa que existe el riesgo de que esté utilizando un material de vidrio más barato y de peor calidad. La resistencia de la fachada con este tipo de malla será menor y existe un mayor riesgo de aparición de grietas.
Además, cuando se toca el producto, a menudo se puede ver que los puntos de cruce son muy débiles y no se mantienen unidos. Si estos puntos no se mantienen perfectamente unidos, puede haber una ruptura de la malla al cortar o durante la aplicación.
Desafortunadamente, en los últimos tiempos se ha detectado un truco que llevan a cabo algunos importadores y que consiste en comprar en Asia tejidos gruesos sin recubrimiento, importarlos a Europa y, posteriormente, recubrirlos en alguna instalación con sede en la Unión Europea, de tal manera que puedan ser declaradas como producto europeo. Sin embargo, desde una perspectiva de calidad, existen varios riesgos asociados. El vidrio de origen asiático (llamado vidrio C), en su estado original, es más débil que el vidrio E que se utiliza en Europa. Esto no sería tan problemático si el material no estuviera expuesto a la acción de la humedad atmosférica (combinada con un ambiente salado) durante el transporte, ya que se efectúa vía marítima. La tela dañada, a pesar del recubrimiento posterior, presenta unos valores de resistencia muy por debajo de lo requerido y existe el riesgo de que dañe todo el sistema en el que se inserta.
¿Cómo se podría evitar esto? Lo cierto es que no es fácil. El uso de productos procedentes de fabricantes europeos establecidos es el modo más seguro de garantizar la calidad. Otra opción es utilizar todo el sistema de aislamiento probado de un fabricante de sistemas reconocido, que cumpla con la legislación vigente. Y una última consideración importante es la calidad de la supervisión en el lugar de construcción, con el fin de evitar la sustitución por productos baratos que no estén prescritos por el arquitecto.
Consejos prácticos
Para terminar, ofrecemos unos consejos prácticos sobre las mallas de fibra de vidrio:
- Al aplicar tiras adyacentes de malla, asegúrese de que se superpongan una al lado de la otra en 10 cm.
- Siga siempre la regla 2/3 y 1/3 y coloque la malla en el grosor de la capa 2/3 (es decir, 1/3 debajo de la superficie).
- Cuanto mayor es el riesgo de daños mecánicos, de mayor gramaje debe ser la malla que elijamos.